SER – HACER – ENVIAR
SER UN DISCÍPULO
Antes de hacer, debemos Ser. Dios nos llama a ser discípulos, es decir, aprendices de Su voluntad y enseñanza. En Calvary La Semilla, nuestro deseo es que cada persona que se une a nosotros responda al llamado de Cristo a través del Evangelio y se convierta en un seguidor apasionado y comprometido. Queremos que vivan una vida transformada, guiada por Su Palabra, y que se involucren en el discipulado y en el crecimiento espiritual.
Siguiendo el ejemplo de los primeros discípulos en el libro de Hechos, nos esforzamos por seguir fielmente a Cristo a través del discipulado. Como se menciona en Mateo 4:19, “Sígueme, y te haré pescadores de hombres”, y en Hechos 2:42, “Y continuaron firmemente en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” En este proceso, aprendemos a ser siervos de Dios, dedicados a la oración, y a confiar plenamente en Su Palabra.
HACER UN DISCÍPULO
Después de responder al llamado de Cristo, estamos llamados a hacer discípulos en todas partes. Esto significa compartir lo que hemos aprendido con nuestros familiares, amigos, vecinos y compañeros, llevando el mensaje de Jesús a todos. En nuestra iglesia, nos enfocamos en enseñar la Biblia de manera clara y comprensible para que todos puedan entender y vivir según sus enseñanzas.
Creemos que toda la Escritura es útil para enseñar y guiar, como dice 2 Timoteo 3:16-17. Queremos equipar a cada persona para que esté lista para hacer buenas obras y cumplir con la Gran Comisión. Al enseñar y discipular, buscamos ayudar a cada creyente a vivir una vida transformada y a compartir el amor de Cristo con otros.
ENVIAR UN DISCÍPULO
Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ti; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra – Hechos 1: 8.
- Nuestra Jerusalén: Cusco
- Nuestra Judea: comunidades aledañas de cusco
- Nuestra Samaria: Ciudades del Perú
- Nuestros extremos de la Tierra: el mundo
Una vez que alguien ha sido presentado a Cristo y discipulado, nuestro objetivo es enviar al Discípulo en el nombre de Jesús para continuar la obra de la extensión del reino. Basándonos en la Gran Comisión de Mateo 28:19 y el mandato de Hechos 1:8, y siguiendo el ejemplo de 2 Timoteo 2:2, buscamos enviar a hombres y mujeres “dignos de confianza que a su vez estén capacitados para enseñar a otros.” Queremos apoyar y participar activamente en el trabajo misionero, cumpliendo así la misión que Jesucristo nos encomendó de hacer discípulos en todas las naciones.
Deseamos que la Palabra de Dios forme un carácter sólido en cada individuo y que refleje el amor de Cristo en sus vidas. Al poner en práctica el mandato de “ir y compartir” la Gran Comisión, buscamos no solo ser discípulos, sino también hacer discípulos y enviarlos a cumplir su llamado. El ciclo de ser, hacer y enviar discípulos es fundamental para nuestro ministerio y misión.